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martes, 16 de febrero de 2010

LA PAZ MUNDIAL REFLEXIONES Y DEFINICIONES

DECLARACIÓN

Creemos que la manera de conquistar más paz en el mundo comienza con lograr una mayor paz dentro de sí mismo y con un comportamiento de fraternidad y amistad a las personas cercanas.

Una meditación por la paz en que se irradia al planeta no tendrá mayor efecto en los gobernantes del mundo quienes son los que en definitiva tomarán decisiones relacionadas con la guerra o la paz, con todas sus variantes intermedias. Sus acciones muchas veces superan sus propios deseos y motivaciones personales. Desfiles y manifestaciones no terminarán con el armamentismo ni las fuerzas armadas, que siempre han sido necesarias, un mal necesario quizás. Pero si un país no tiene como defenderse, correrá un alto riesgo de ser atacado cuando surja algún conflicto importante. Miles de meditaciones o manifestaciones no han cambiado esta situación.

Si queremos que aumente la paz en el mundo, debemos ser más realistas y no quedarnos meramente en deseos e ilusiones.

Además, si lo que se pretende en una meditación es irradiar determinada energía, el emisor debe estar capacitado para hacerlo y no contaminarlo con sus propios prejuicios y condicionamientos.

De allí que buscamos acciones que promueven una CULTURA DE LA PAZ. Un modo de vida que nos permita vivir en mayor armonía consigo mismo, con salud y bienestar. Y que esta mayor armonía se traduzca en acciones y comportamientos de compresión, tolerancia, amistad, fraternidad y respeto hacia todas las personas que nos rodean. Podemos, realmente, construir un ambiente de mayor paz en nuestras vidas. Si muchos lo hacemos, nuestros vecindarios, ciudades y países serán más pacíficos. Y alguno de esos vecinos, ciudadanos o connacionales pueden ocupar algún puesto importante en el gobierno de cada país, influenciando con una manera de ser ya internalizada las decisiones en relaciones internacionales.

Es un camino aparentemente largo, pero real y práctico. En general, muchas acciones por la paz serán más efectivas en la medida que sus participantes sepan conquistar la paz para sí mismos.

Desde su fundación en 1972 los integrantes del Instituto Internacional Círculo Aleph cultivan la paz, se unen y promueven toda iniciativa que fomente una mayor cultura de la paz. Su aporte ha sido muchas veces de gran magnitud, siendo reconocida su efectividad por prestigiosas organizaciones y movimientos internacionales.

Si tú tienes o sabes de una iniciativa en este sentido, comunícate con nosotros y evaluaremos con entusiasmo la posibilidad de unirnos y apoyar en lo que podamos y en lo que se nos solicite. Nos unimos a las iniciativas que sean independientes en lo político y en lo religioso.


"La cultura de la paz comienza cuando se cultiva la memoria y el ejemplo de figuras que representan el cuidado y la vivencia de la dimensión de la generosidad que nos habita, como Gandhi, Mons. Helder Cámara, Luther King y otros. Importa que hagamos las revoluciones moleculares, comenzando por nosotros mismos. Cada uno establece como proyecto personal y colectivo la paz como método y como meta, paz que resulta de los valores de la cooperación, del cuidado, de la compasión y de la amorosidad, vividos cotidianamente."

Paz
La palabra paz deriva del latín pax. Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado de tranquilidad o quietud, y en sentido opuesto como ausencia de inquietud, violencia o guerra.

Desde el punto de vista del Derecho internacional, y por extensión de la definición anterior, el término Paz en un convenio o tratado que pone fin a la guerra (como por ejemplo, la Paz de Westfalia).

Puede hablarse de una paz social como entendimiento y buenas relaciones entre los grupos, clases o estamentos sociales dentro de un país. En el plano individual, la paz designa un estado interior, exento de cólera, odio y más generalmente de sentimientos negativos. Es, por lo tanto, deseada para uno mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un saludo (la paz esté contigo) o una meta de la vida.
Paz política

Se puede señalar que no en todas las culturas se consideró a la paz de una forma positiva. En pueblos como los Vikingos o los Hunos, cuya principal actividad era el saqueo de comunidades cercanas, se exaltaba por el contrario a los guerreros y las virtudes propias de los mismos.

La articulación entre la paz y su opuesto (guerra, violencia, conflicto, cólera, etc.) es una de las claves defecto:

* El estatus del individuo.
* La formación del adulto.
* Los medios admitidos.
* El valor de la civilización.
* El estatus y el papel de las organizaciones (estado, empresas, sindicatos, etc.).

En el I Ching, lo opuesto a la paz es el estancamiento. Simbólicamente, esto indica que la paz no es un absoluto, sino una búsqueda permanente. Y además, indica que el conflicto no es lo opuesto a la paz. Conviene en un trámite hacia la paz, transformar el conflicto, no suprimirlo. Las gestiones no-violentas encarnan este trámite de transformación pacífica del conflicto.

Martin Luther King, Jr. escribió en su Carta de Birmingham escrita en la prisión[1] que la verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia.
La noción de paz en la Biblia [editar]

El Antiguo Testamento cuando usa la expresión “paz” (shalom) especialmente en los saludos se refiere a un bienestar material y de espíritu: “La paz esté contigo” o “con vosotros” (cf. Gn 29, 6) y en este sentido no se opone a la guerra[2] Tal paz solo puede venir de Yahveh mismo que quiere darla en compensación por la fidelidad de su pueblo a la Alianza aun cuando la paz en su sentido más pleno se espera para los tiempos del Mesías que es llamado Príncipe de la paz (cf. Is 9, 6) que además viene a pregonarla incluso a quienes no pertenezcan al pueblo escogido (cf. Zc 9, 6, Sal 72, 7).

En el Nuevo Testamento la expresión ειρενη mantiene el sentido dado en el Antiguo Testamento, pero también se ve influido por el contexto más griego que implica una ausencia de enemigos o contrariedades:
... soportándoos unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu por el vínculo de la paz
Ef 4 2-3

Sin embargo, es por la unión con Cristo y la reconciliación que Él ha obtenido que se puede hablar de verdadera paz entre todos sean estos judíos o gentiles (cf. Rm 5, 1-5, Ef 2, 14-22).
Otras acepciones [editar]

Se conoce como "Paz Romana" (en referencia a la Pax romana del Imperio romano) a una situación en que una fuerza gobierna ejerciendo poder de forma unilateral, sin estar sometida a control alguno y sin respetar los derechos de aquellos a quienes gobierna. El propósito de la expresión es diferenciar a dicha situación de la que se considera como auténtica paz, ya que aunque carezca de violencia o conflictos armados no constituiría una situación ideal o que se desee que perdure.
Educación para la paz.

A lo largo de la historia se ha concluido que la paz puede y debe aprenderse, y para hacer esto posible se ha de supeditar en el proceso educativo la comunicación de conocimientos, con la invención- apoyo- abstención de ciertos hábitos/ rutinas y con una serie de pautas y valores. Hay quien también opina que la paz no puede adquirirse a través de la educación “no se puede educar a nadie para la paz, (aunque existen actividades encaminadas al fomento de la paz como se indicará posteriormente). Ésta es una condición que sólo puede obtenerse a través de la acción social”. Siempre ha existido cierto interés y anhelo por la paz, se sabe que el concepto de su educación específica tiene sus orígenes filosóficos mucho más antiguos a una década.

La paz es el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de relación humana. Este es un concepto dinámico el cual nos lleva a hacer brotar, arrostrar y solventar los conflictos de manera no-violenta, con el fin de alcanzar una concordia de la persona consigo misma, con la naturaleza y con los demás.

La investigación para la paz tiene un carácter desusado en cuando a disciplina con demanda científica. Pretende introducir introspección en la ciencia, divisar las causas de la guerra y de la violencia para socavar su autenticidad como instrumento político y fomentar así condiciones de paz. Entre sus características definitorias destacan: “interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, carácter normativo, orientación hacia la acción, su naturaleza internacional y la búsqueda de receptores diversos.”

Hay un dicho que dice:” no existe un camino hacia la paz, la paz es camino”. Por ello, la reiteración en la educación para la paz radica tanto en su método como en su contenido. La paz no es una meta, sino un proceso, por el que hay que aprender a entrar en los conflictos y resolverlos de forma positiva sin usar la coacción.

La idea de educar contra la armonización, para la rebeldía, está abismalmente adaptado en la filosofía y práctica no violenta. La educación debe estar orientada a finalizar con la guerra, por lo que ha de compaginar “la capacidad de rebeldía y regular los conflictos por métodos incruentos”, así, se debe hacer aflorar los conflictos en la educación, incluso engendrarlos. Y el hecho de vulnerar debe implicar a asumir la responsabilidad de las consecuencias de las propias determinaciones.

La necesidad de educar en valores para la indisciplina y para el enfrentamiento nos lleva a otro problema de la educación para la paz, el problema de la elección, el conformismo o la pseudoespeciación cultural. El conformismo se ha desarrollado en épocas actuales, y en ese proceso ha jugado un papel destacado en la educación. La pseudoespeciación cultural, conserva la guerra, el militarismo y la aceptación de la idea del enemigo.

1 comentario:

  1. Presentamos la siguiente información para que la tomen en cuenta a la hora de preparar su exposición, recuerden buscar además de sitios web relacionados, también fuentes documentales: Libros, revistas, periodicos. Èxito¡¡¡¡¡

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